Fomentar la resiliencia en los niños es proveerles las herramientas emocionales que los ayuden a enfrentarse a la adversidad y a los contratiempos que les tocarán vivir. Es prepararlos para utilizar los problemas que se les presenten como efectivos aprendizajes que les servirán para fortalecerse.
Cuando educamos a los hijos para que se mantengan equilibrados frente a las presiones, los estamos formando como seres humanos exitosos que sabrán controlar tanto sus impulsos como los acontecimientos que tengan por delante.
La resiliencia debe aceptarse como una aptitud, un método innato de aquellas personas entrenadas para no atemorizarse ante los problemas, que no consideran las derrotas y, por ende, hacen todo por salir adelante y superarse a sí mismas.
Para que tu hijo se convierta en una de ellas decidimos darles estos consejos.
¿Por qué enseñarle a los niños a ser fuerte ante las adversidades?
Nadie está exento de exponerse a situaciones traumáticas porque el dolor y el sufrimiento también son parte de la vida.
Desde bien pequeños los niños se enfrentan a problemas que les posibilitan aprender. De hecho, aprenden mejor cuando se topan con barreras que les hacen superarse y buscar nuevas alternativas para lograr cualquier propósito.
Digamos que un niño pequeño que gatea por un salón sin obstáculos no recibe los mismos estímulos que aquel que se encuentra con almohadas y cajas de cartón que lo hacen retroceder, pasar por encima, por debajo, o rodearlas.
En los jardines, por ejemplo, los niños deben enfrentarse a la agresión de sus compañeros, el ver que sus deseos no son inmediatamente complacidos, la ansiedad de separación por la lejanía de sus padres, las nuevas enseñanzas que quizás les cuesten asimilar como coger bien la cuchara, anudarse los zapatos, tener control muscular para hacer un círculo. Todo esto puede suponer momentos estresantes que les exigirán un esfuerzo extra. El que los niños los consigan o no lo hagan y se pongan a llorar depende de su resiliencia.
La destreza de reponerse, superar o adaptarse a eventos inesperados que trasformen su cotidianidad, y su habilidad para desarrollarse frente a los retos, da la medida de la capacidad de resiliencia de cada quien.
¿Cómo fomentar la resiliencia en los niños?
La capacidad de resiliencia en los niños determina, tanto a corto como a largo plazo, cuán felices o infelices pueden ser.
Para fomentar la resiliencia en tu hijo te recomendamos enseñarle.
- A comprometerse con sus deberes: Sentir respeto por cada una de sus metas y ser el mayor responsable de que se lleven a cabo. El estudiar, poner orden en su habitación, recoger sus juguetes, limpiar sus zapatos, sacudir el polvo, ayudar en el huertoNo hay que delegar en los demás, y en este caso, sus padres, las tareas que les pertenecen como escolares o miembros de la familia.
- La importancia de esforzarse: Enséñale a no conformarse con un 97 cuando puede obtener un 100 si estudia un poco más. Tu hijo debe ser constante y aprender que en el esfuerzo que se ponga en cada objetivo está el final victorioso de este.
- Lo que significa la palabra reto: Ponerse metas cada vez más altas lo ayudarán a crecer. Quien se reta hace uso de sus cualidades físicas y cognoscitivas, pero no se conforma con ellas, intenta superarse a sí mismo para desarrollar sus aptitudes aún más.Si ha practicado mucho y su equipo de fútbol acaba de ganar en la competencia municipal debe dominar nuevas y mejores jugadas para también vencer en la mayor.
- Acerca de la autoestima: El amor propio, la valoración positiva que se tiene de uno mismo es la base para que uno se sienta seguro de sus cualidades y tome impulso. Si tu hijo tiene una autoestima alta, sabe qué es y tiene ¡claro que estará mejor preparado para enfrentarse a las adversidades que tenga por delante!
- A ser independiente: Está bien que te tome como su ejemplo y busque tu apoyo, pero debes enseñarle a obrar y pensar por sí solo.Tu hijo debe convertirse en una persona independiente que no ande siempre bajo tu amparo y no tenga miedo a exponerse. Cuando sea adulto va a necesitar serlo, entonces es bueno que se practique desde ahora, ¿no te parece?
- A combatir el dolor emocional: El niño debe aprender que el dolor por la muerte de un ser querido, por el rechazo, por no haber conseguido lo que tanto deseaba, o por no pasar una prueba hay que afrontarlo como se afrontan todos los problemas. Enséñale, por ejemplo, que es triste que la abuela ya no esté a su lado, pero la muerte es tan natural como el nacimiento y aunque duele, no debe permitir que lo intimide. Si ella se ha ido siempre queda el grato recuerdo de todo el tiempo que vivió a su lado, lo bien que la pasaron juntos y lo mucho que la quiso. Enséñale a más que a llorar la muerte, dedicarse, aún en vida, a apreciar y aprovechar los momentos que tiene junto a sus seres queridos.
Fomentar la resiliencia en los niños debe ser parte de la educación que se les dé en casa. No hay que mimarlos y formarlos con el sentir de que son merecedores de todo. Hay que mostrarles lo que valen y cómo se obtienen las riquezas espirituales y económicas. Conocer y respetar el peligro. Afrontar el destino venga como venga. Hacerlos fuertes y no temerosos del mundo que los rodea.