Cada día es una oportunidad maravillosa para descubrir con nuestros niños nuevas ilusiones y fantasías que nos llevan a generar aprendizajes y nuevos conocimientos. Sus tiernas sonrisas y sus cálidos abrazos  inspiran nuestra labor  como docentes; son ellos los encargados de motivarnos y hacernos sentir afortunadas  por compartir y  aprender juntos.